Ahora que parece que el Coronavirus lo impregna todo (literal y metafóricamente), la ansiedad ha irrumpido en la vida de muchos de nosotros.
La incertidumbre es la marca personal de este nuevo tiempo que estamos viviendo y en nuestra sociedad adicta a lo lineal, a lo rápido y a lo seguro, los cambios no nos gustan.
Tendemos a evitar los procesos: empezar, fallar, perdernos, frustrarnos, caernos, levantarnos, manejar la incertidumbre, no saber, soltar el control… son cosas que cada vez parecen más difíciles de sostener. Nuestro sistema nervioso se ha acostumbrado a lo instantáneo: apretamos un botón para abrir el coche, para hacer un café o para buscar sexo.
Pero el Coronavirus ha traído consigo lo cíclico, la pausa y lo inseguro. Por supuesto eso nos da miedo; la ansiedad no es otra cosa más que ese miedo proyectado en el futuro: ¿conservaré mi trabajo? ¿se contagiará mi madre? ¿será peor en otoño? Silencio. Preguntas sin respuesta. Más ansiedad.
Estamos en un ay permanente, a la espera de que nos alcance una bala que no sabemos si llegará. Y claro, esperando una bala nadie es capaz de relajarse.
Por eso este tiempo desafía nuestro modelo de vida y nos obliga a cambiar, al menos temporalmente.
Mi propuesta es que aprendas a crear y cultivar tu propia seguridad dentro de todo este caos. Es importante además de entender lo que nos pasa, que tengas una serie de recursos y ejercicios para poder sostenerte.
Si quieres saber más, sígueme a través de mi página web o de mi facebook Verónica Vázquez Psicóloga, nos vemos pronto.